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La caja de los hilos

EL ABRIDOR

EL ABRIDOR

Por Rebeca Labeca

 

Jueves: 21:00 h.

Abro el bar. Guillermo lleva dos semanas de baja y estoy ya cansada de abrir todos los días yo sola. Guillermo lleva dos semanas de baja porque se operó de fimosis y no quiere “traumatizar el área operada” empalmándose antes de tiempo.
    Resulta que Guillermo encuentra un aliciente extra a esto de trabajar en un bar y a veces se empalma cuando habla con las chicas así que lleva dos semanas encerrado en su casa jugando a la Playstation y emborrachándose todos los días para ver si el alcohol le amortigua un poco la masculinidad.

 

23:00 h.

Llega Guillermo. Afeitado, camisa nueva y corte de pelo. Se pone una cerveza y toma un trago como si la cerveza fuera Isostar y él acabara de correr una maratón. Mira el abridor en sus manos y le dice en voz muy baja.

-Rebeca, ¿puedo pedirte un favor?

    Deduzco que me habla a mí y no al abridor, pero nadie lo diría. Y aunque sigue dirigiéndose a él me entero de que Guillermo ha quedado dentro de media hora con Nieves. Llevan unas semanas tonteando sin enrollarse y Guillermo quiere probar esta noche si su recuperación es completa.
    Y resulta que Guillermo debe estar enamorado o algo parecido porque no se ha atrevido a decirle a Nieves nada acerca de su operación. Y ahora está inseguro acerca del resultado, sobre todo por el efecto estético. Y quiere ir al almacén conmigo para que yo le de mi opinión como mujer.

 

23:20 h.

-Bueno ¿qué? ¿Qué te parece? Así no se ve del todo bien. Mejor me empalmo un poco.

-No veo nada con esta luz, Guillermo. Espera que me inclino.

 

23:22 h.

Se abre la puerta del almacén y los dos nos giramos sorprendidos. Nieves, que todavía no ha podido comprender la escena, entra radiante y hablando de carrerilla.

-Hola Guillermo, Luis me ha dicho que estabas aquí.

 

Dave Hill, con su dominio de la postproducción fotográfica, consigue una atmósfera única para sus instantáneas. Todo un mundo de luces y sombras por descubrir.

Vaya, vaya, qué sorpresa...

Gnarls Barkley - Surprise

6 comentarios

Rebeca -

Mejor no os cuento cómo acaba la historia. Sonia, gracias por las gracias. Y Coleguita, de tu polla mejor no hablamos.

azzunena -

Nieves se encuentra al novio a punto de caramelo, listo para su "uso y disfrute" y aún se mosquea. Pero qué desagradecidas que son algunas...

(Coleguita, creo percibir un puntito de cachondeo por ahí arriba...)

Anónimo -

Por cierto, que el Coleguita de antes era yo.

Coleguita -

Menos mal que lo dejaste con Guillermo, Rebeca. Imagínate ahora saliendo con un circuncidado...

Santo -

Mala costumbre la de entrar en los almacenes sin llamar... ¿es que no sabe que puede haber alguien enseñando la polla? Habrá que mandar a Nieves a un cursillo de buenos modales...

Sonia -

¿Quién ha dicho que la Polaroid ha pasado a mejor vida? Thanks Rebeca, por esa instantánea, centrada, con una luz especial y perfectamente revelada.

Un abrazo.