DE CÓMO MI CUERPO FUE INVADIDO POR LOS PELOS...
Por El Sastre
Nascu nos envía un divertido texto en el que relata cómo fue cubriéndose su cuerpo de vello hasta convertirse en el hombre de pelo en pecho que es hoy.
"Cuando era pequeño, mi deseo era tener muchos pelos en el cuerpo, tener una larga melena y unos gruesos labios. Vamos, que ya era un niño un tanto queer.
En mi casa del pueblo teníamos una especie de patio terraza, donde mi madre tenía sus preciosas plantas. Cuando llegaba el sol del verano, mis hermanas se tumbaban con unas toallas para coger color y estar bronceadas y guapas, que era lo que se llevaba en los 80. Entonces no preocupaban mucho los malos rayos solares, la capa de ozono debía estar menos perjudicada y el calentamiento del planeta no era tan bestia. Tampoco había bombardeo de publicidad de bronceadores con protección. Bueno, en el pueblo como mucho lo que llegaba y era accesible a cualquier bolsillo era la crema Nivea, que hacía las veces de todo un poco, hidrataba, pero también servía para poner a tostar la piel hasta crujir. Menos mal que en mi casa, "La casa del Moro", teníamos todos la piel fuerte y nadie terminaba con quemaduras. Bueno, estaréis pensando y todo esto a santo de qué. Se me va la pinza. La cuestión: corría una leyenda urbana, o rural en nuestro caso, que decía que a las chicas les salían más pelos si tomaban el sol dándose Nivea. No se supo nunca si ese rumor se extendió para evitar que la gente tomase el sol con esta crema que servía para freir literalmente la piel o era cierto. A todo esto, yo que lo oí, me faltó tiempo para embadurnarme bien de crema y colocarme tumbado al sol junto con mis hermanas, aguantando estoicamente el calor de los rayos de la tarde. ¡Ah, sí! Se tomaba el sol en las horas fuertes, cuanto más quemaba, más quemaba.
No recuerdo el tiempo que apliqué esta fórmula para conseguir tener más vello. Bueno, entonces era imberbe. La cosa fue que de repente un día, al año siguiente, cuando ya llegaban los días de calorcito de comienzos de junio, mi madre me sacaba al armario los pantalones cortos hasta la rodilla. Para mi sorpresa me veo sentado junto a mis amigos y amigas (era más numeroso este género) y descubro la cantidad de pelos que ¡sólo yo! tengo en las piernas. Me daba una vergüenza terrible. Claro, una cosa era el juego de tomar el sol con mis hermanas con la excusa de que me saliesen pelos y otra bien distinta que, como si de la lámpara de Aladín se tratase, se cumpliese mi deseo.
Así me explicaron cómo me habían salido tan pronto los pelos de las piernas. El niño era precoz y las hormonas ya estaban alborotadas. Así iría poco a poco descubriendo el pelo de mi cuerpo y los cuerpos masculinos".
En la imagen que ilustra este post, Nascu se muestra tan adolescente como angelical y cautivador. La verdad es que es guapo, el muy canalla...
Mambo...
10 comentarios
persona -
persona -
kevin -
Azzunena -
Y la parte musical sigue de mambos. Cómo me gustan! Alguien me saca a bailar?
nascu -
Azzunena -
Nascu, tienes más fotos?
Santo -
bárbara -
Por cierto, hay que ver lo bien que les sienta a algunos la pubertad. Nascu, estás para comerte a bocaditos.
nascu -
colette -