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La caja de los hilos

AVE MARÍA PURÍSIMA... (I)

AVE MARÍA PURÍSIMA... (I)

Por Cuca Guillén

Lo último que me ha pasado es muy gordo. Gordo, gordísimo. Oyes, que no se lo he contando ni a Pitusa de lo gordo que es. No por nada, sino porque al final, como siempre, acabaría echándome la culpa y en estas no he tenido ninguna. Que me parta un rayo ahora mismo si miento, lo juro por Versace que Dios lo tenga en su gloria. Pues lo que decía, que fue gordo, gordísimo, tanto que llevo dos días hinchándome a profiteroles y con el rosario a cuestas para reponerme de la impresión. A ver por dónde empiezo y cómo lo cuento, porque a veces contar estas cosas a una la ponen casi en las puertas del pecado mortal. Y si algo no quiero hacer es pecar. No solo porque sea una fiel cumplidora de los principios católicos, apostólicos y romanos, devota de la Virgen del Pilar y dama piadosa donde las haya, sino porque quiero estar una temporadita lejos del confesionario. Y os preguntaréis por qué. Pues os lo voy a contar, pero que no salga de aquí porque si esto lo acabara leyendo alguna perraca de la Peñaza que yo me sé, ya empezaría a pedir mi excomunión. Y eso sí que no, oyes, que una tiene reclinatorio reservado en Santa Engracia y no está el horno para bollos.
El caso es que el otro día me pasé por la parroquia para cumplir con el sagrado sacramento de la Penitencia. Oyes, que una llevaba una temporada con algunas aventurillas un tanto pecaminosas, veniales en todo caso, pero mejor prevenir que curar, que el infierno está más lleno que un Zara de rebajas. Me arrodillé como siempre, saludé como solo saludan las señoras de bien a nuestro párroco, Don Alejandro, y empecé la confesión:

-Ave María purísima.

-Sin pecado concebida. ¿De qué se acusa, hija mía?

-Pues don Alejandro, me acuso de llevar una vida disoluta, de haber caído en las tentaciones más infames… (Siempre exagero un poco en el confesionario, no vaya a ser que el cura sea un blandengue, me ponga poca penitencia y acabe lamentándolo en las llamas del averno).

-Prosiga, hija mía…

-Sin ir más lejos, la semana pasada me fui con mi peluquero a una fiesta, que tiene delito, porque una es mujer casada y honrada. No es por disculparme, don Alejandro, pero en el fondo fue por caridad cristiana. Es que mi peluquero es mariquita y estoy tratando de curarle, como bien dice nuestra querida amiga Cristina López Chuilching. Pero vamos, que también me apetecía ver las fiestas de los pobres y eso, pero bueno, en fins, que me estoy liando oyes…

-Al grano, doña Cuca…

Yo le seguí contando la verdad. Lo de que el otro día le grité más de la cuenta a los niños por jugar con hijos de obreros, que discutí con mi marido por no traerme un pedrusco de su último viaje a Bruselas, que dije que hay un zorrón en la Peñaza se entiende con un abogado del Estado de Pamplona que la ha dejado embarazada y que le ha endilgado la criatura al marido… Vamos, lo de siempre. Eso sí, no me pude callar lo del guarro ese de la fiesta de Paquito. Sí, ese que me tocó estas nalgas que tengo tan bien puestas por obra y gracia de la Madre Naturaleza y de la Corporación Dermoestética. No sabéis lo mal que lo pasé con ese calvo tan rudo, tan hombre, con esas manos tan firmes, esos músculos, esos tajuajes… Uy, uy, uy, que me pierdo. Pues que por ahí fue la confesión, con sus más y sus menos y sus menos y sus más. Y en estas, don Alejandro me dejó de piedra. Oyes, oyes, lo que me dijo, vergüenza me da repetir aquellas palabras que tuvo que inspirar el mismísimo demonio, porque otra explicación no le veo… (Continuará).

Uno de nuestros autores favoritos es el polémico Andrés Serrano, un artista neoyorquino que tiene una visión muy particular del catolicismo. La imagen que ilustra este post se titula "Heaven and Hell". Su web ofrece una muestra de sus últimos trabajos.

Un Jesús muy personal...

Depeche Mode – Personal Jesus.mp3.

Johnny Cash – Personal Jesus.mp3

Marilyn Manson - Personal Jesus.mp3

4 comentarios

La caja de los hilos -

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Ana M. -

pfff.... estoy que no estoy, eh. ayayay. voy a tener que comprarme un gps para encontrarme!

Alicia -

Pues yo creo que, siguiendo las indicaciones de Cristiana López, le va a poner como penitencia convertir al heterocristianismo al peluquero y -eso sí- exigirá una narración detallada de los avances, que ya sabemos que al clero -al menos al que me TOCÓ a mí en la adolescencia- le gusta profundizar en los pelos y señales.

Berta -

Me tiene intrigadísima este cura... Yo creo que le tirará los tejos.