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La caja de los hilos

LA SÁBANA DE LAS RESPUESTAS (IV). EL DRAMA DE LA COSA

LA SÁBANA DE LAS RESPUESTAS (IV). EL DRAMA DE LA COSA

Por Safo

(La cafetería, prácticamente vacía, Enrico y yo y una pareja al fondo que se decía cosas al oído. Mesas de mármol bajo una claraboya que filtraba luz suficiente incluso para la lectura. Un café expreso y un cortado con tres azucarillos. Se escuchaba Jeux d’eau de Maurice Ravel)

Enrico carraspeó y comenzó a leer en voz alta:

“Filibas Mante de Paramimo

escribe su nombre y lo rompe.

Mante o Mimante,

no es Flor ni es Mimo desde que fue nombrada”.

Permaneció inmóvil unos segundos. “¿Quién ha escrito esto?”, preguntó. “Un poeta amigo mío, ¿qué te parece?”. Enrico estaba este viernes más pensativo que de costumbre. Sus respuestas menos vivas, su tono apagado. “No sé, Safo. Me da pena”. “Es una tragedia. Tiene que darte pena”. Enrico se removió incómodo en el asiento. “Es esa flor que la palabra machaca. Esa Cosa inaccesible que está ahí y que sólo puede ser nombrada... Llevo toda la semana pensando sobre lo que hablamos, Safo. Estoy muy triste. Parece una maldición que a nuestra sed de saber se le niegue, con un velo opaco, el agua cristalina de la Cosa. La Cosa. La Cosa maldita”. Una lágrima cruzó la mejilla de Enrico. Trató de mantener la compostura, pero se derrumbó. Hundió la cabeza entre sus brazos y rompió a llorar. Su lamento sordo y lejano se fundía con los arpegios de Jeux d’eau. A la banalidad efectista de aquellas ingrávidas notas se imponía el llanto como una declamación profética. Puro anacronismo francés. “Enrico”, comencé mientras con una mano lo balanceaba ligeramente, “el entendimiento necesita distancia. Lástima que sea ésta la que nos prive de la inmediatez de las esencias. Es el drama de la Cosa. Entiendo cómo te sientes, un ser hermético. Duele. Pero hay algo que debes saber y es que ese dolor, precisamente ése, es la semilla del arte”. Enrico levantó la cabeza y me miró extrañado.

Stina Persson es una ilustradora sueca maravillosa. Sus pinturas con agua son un ejemplo de su gran talento (Vía Uno de los nuestros).

Maurice Ravel no sólo compuso un bolero.

Maurice Ravel - Jeux d'eau.mp3

5 comentarios

Safo -

El amor está movido por el anhelo de la unidad, en eso se parece al arte. Ambos surgen del dolor de la separación y tienen un efecto balsámico, como bien dices. Gracias por tus comentarios, Hermes.

Hermes -

...el dolor de la separación y la distancia entre lo que somos y la existencia... entre lo que sabemos y lo que somos capaces de expresar... precisamente el arte, como tú dices querida Safo, nace de ese dolor y es a la vez su único bálsamo, el arte y el amor verdadero... ese que también es arte y encuentro de almas puede, por un instante, apaciguar la pena, la negra melancolía del que añora la unión con lo innombrable... de nuevo... como antes.. como siempre ¿por qué ahora no? ¿por qué ahora estoy separado y solo? ¿por qué he de estarlo para entender?

Safo -

Gracias por la cita. Supongo que la distancia al mundo y a la belleza eterna es la causa de ese dolor...

Hermes -

"El primer hijo de la belleza humana, de la belleza divina, es el arte. En él se rejuvenece y se perpetúa a sí mismo el hombre divino. Quiere sentirse a sí mismo, por eso coloca su belleza frente a sí. Así se dio el hombre a sí mismo los dioses. Pues al principio, el hombre y sus dioses eran la misma cosa, y en ella, desconocida de sí misma, estaba la belleza eterna". (F. Hólderlin. Hiperión)
Precisamente... ese dolor.

colette -

si tiene que ser así, preferiría menos arte y más alegría