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La caja de los hilos

Nosotros

REBECA LABECA

REBECA LABECA

Por El Sastre

32 años y siete de ellos viviendo fuera de Zaragoza: Erasmus en Francia, prácticas con una beca Leonardo en Oporto, cooperante en Nicaragua y Mozambique y trabajadora basura en Edimburgo. Parece que últimamente quiere sentar cabeza y lleva un año en Zaragoza esperando que la llamen para trabajar como profesora interina de secundaria. Al principio estuvo enseñando idiomas en una academia y recorriéndose la ciudad en bicicleta dando clases particulares. Este año se ha hartado de enseñar los verbos irregulares a adolescentes hiperhormonados y ha empezado a trabajar de camarera en La Habana. La Habana no es La Habana, Cuba. La Habana es La Habana, buena música y buen ambiente de diez a tres y de martes a domingo, calle Cesárea Tinajero 24, local, Zaragoza.
    La Habana es también el bar de Guillermo, un exnovio con el que Rebeca recorrió Centroamérica en autobús en 2002. A Guillermo no le gusta trabajar cuando hay poca gente y además Rebeca es de confianza así que entre semana suele ser ella la que está detrás de la barra. Los ratos en que el bar está medio vacío Rebeca aprovecha para poner su música y escribir. O intentarlo.

Conrad Roset es un artista catalán que causa un efecto perturbador con la delicadeza de sus ilustraciones.

Emilie Simon - La Vie En Rose.mp3

Emilie Simon - Opium.mp3

Emilie Simon - Flowers.mp3

ALICIA LÁZULI

ALICIA LÁZULI

Por El Sastre

Ya treinta años buscando su identidad. A veces se emociona creyendo que es cualquiera de los personajes del último libro que ha leído o de la última película que ha visto. Otras veces se asusta al entender que no es posible ser un día el vaquero y otro el indio. Le interesan casi todas las cosas, aunque en ocasiones cree que nada tiene interés. Le gusta mirar el río desde la ventana. Es consciente de la suerte que tiene al poder disfrutar de la casa que sus padres compraron en el Arrabal cuando Fede, el mayor de sus dos hermanos, abandonó Teruel para estudiar ingeniería agrícola en La Almunia. Empezó la carrera de Magisterio, después se matriculó en Historia del Arte y más tarde creyó que el trabajo social era lo suyo. No pasó en ningún caso del segundo curso. Ahora está pensando en estudiar Biblioteconomía. No tiene muy claro lo que quiere, pero sabe lo que no quiere. Como no tiene que pagar alquiler, prefiere trabajar sólo media jornada. Siempre se enamora para siempre. Su último pesar de amor la condujo al psiquiatra y el taxi que cogió al salir de la consulta una tarde de noviembre, la condujo a este blog.

Aya Kato es una joven ilustradora japonesa que en el borrón descubre un suspiro erótico.

Chet Baker – My Funny Valentine.mp3.

Chet Baker – Summertime.mp3

Chet Baker - The Thrill Is Gone mp3

AMADEO MARTILLO

AMADEO MARTILLO

Por El Sastre

Ya roza los 50 y le pesan demasiado. Calvo, cara de palo y esa mala hostia que da la vida malgastada. A Puri, “la Gorda”, no la quiere ni ver, pero no la puede dejar. Ya no es hora. ¿Y las niñas? Susana no le habla, Raquel se quiere ir de casa y Noelia, la pequeña, está todo el día amorrada a un chavalito con el pelo muy corto y las manos muy largas. “Aún se la follará, el muy cabrón”, rumia siempre para sus adentros. Pero Amadeo no para mucho en casa. Se agarra al volante del taxi, enchufa la radio y deja pasar las horas como quien camina confiado a la nada. De todo sabe, de todo opina. Y casi nada le gusta. ¿Los políticos? Unos chorizos. ¿La policía? Siempre llega tarde. ¿El tráfico? Jodido. ¿La ciudad? Una mierda. Así lo ve Amadeo Martillo. En el taxi, todo tiene sentido. Fuera, quizás hace demasiado frío.

La viñeta que ilustra este comentario pertenece a la novela gráfica "Mataría por ella", de la serie "Sin City". Su autor es Frank Miller. No necesita presentaciones.

The Cars - Drive.mp3

Talking Heads - Road To Nowhere.mp3

The Who - Early Morning Cold Taxi.mp3

EL NAVEGADOR

EL NAVEGADOR

Por El Sastre

En la nevera, 32 pizzas y 64 cervezas. Dos portátiles a todo gas, la banda ancha a pleno rendimiento y un cartón de Winston. Que no falte de nada. A bucear en la red. Así es el Navegador. Se acuesta a las 6 de la mañana y se levanta a las tres de la tarde. Sólo necesita unos “Frosties” y un poco de electrónica para empezar. No hace falta ducharse, que el ciberespacio no huele. Con sus calzoncillos de la suerte, su cinta en el pelo y sus auriculares gigantes se sienta frente al ordenador y deja que la pantalla vaya quemando lentamente sus ojos. Nunca tiene suficiente. Sus búsquedas no tienen desperdicio: bizarradas, frikis, curiosidades, arte, chats, porno, música, cine, viajes, blogs, webs… Siempre encuentra algo de interés que llevarse a la boca. Todo lo consume, todo le vale. Es su enfermedad. Si no es la página del tío más raro de Australia, es la última macarrada del Youtube o la experiencia artística más surrealista. Y a todo le deja su comentario más o menos atinado. El Navegador es un tío grande, aunque su vida sólo sea un link.

La imagen que ilustra este comentario es de Christophe Gilbert, un fotógrafo belga que, además de sus trabajos publicitarios, ofrece instantáneas sólo propias de un genio.

Qué recuerdos...

Technotronic - Pump up the jam.wma

NEO DE LA OLLA

NEO DE LA OLLA

Por El Sastre

Sin trabajo conocido, a sus 31 años vive con su madre. Barba rala, tripa cervecera y cara de mala leche salpicada de algún grano blanquecino. Sigue llevando camisetas heavies como en los 90, su habitación es un templo del póster (desde Samantha Fox a Iron Maiden) y no tiene interés en cambiar de vida. Su hermano Alfredo, un profesor de autoescuela con ambiciones literarias, se exaspera ante tanta abulia. Pero Neo (antes conocido como Rafita) pasa. Sus aficiones no van más allá de dormir hasta la una y media, los cómics de la Marvel, el onanismo, las pelis porno (su diosa es Jenna Jammeson ), las de ciencia ficción (rollito Guerra de las Galaxias ) y los violentos videojuegos de la PlayStation que comparte con su amigo C. de la Vega (Coleguita). De tías, ni hablar. Neo de la Olla sueña con que le coman la polla. Pero sólo sueña.

Este chico tan dolorido es obra del artista alemán Manfred Renner, alias Manniac. Como manipulador fotográfico no tiene precio. Y para que Rafita no se queje...

Metallica - Stars Wars Imperial March.mp3

ACDC - Highway to hell.mp3

SAFO

SAFO

Por El Sastre

Mujer soltera de 36 años y con una hija. De pasado hippie. Profundamente idealista, en su juventud estudia derecho, quería ser la voz que denunciase la injusticia. Años después de terminar su licenciatura y decepcionada con este mundo de burocracias y corrupción, deja la abogacía y la dieta vegetariana. A partir de ese momento, Safo dedica todo su tiempo a la lectura. Lee entre quince y veinte libros al mes. Por las manos de esta musa del saber pasan las figuras más importantes de la historia del conocimiento. Actualmente, trabaja como guionista de televisión en programas infantiles, escribe poesía y flirtea con la pintura. En su búsqueda de lo esencial y lo bello no descarta las vías esotéricas. Hace Tai-chi. Su película favorita es: Farenheit 451.

La ilustración es del artista británico Julian Opie, conocido por sus enigmáticos retratos y por sus sintéticos peatones. Para saber un poco más de su obra, puedes echar un vistazo en Barbara Krakow Gallery o en su sitio oficial.

Y para cantar con Safo, os propongo unas delicias francesas:

François Breut – Everyone kisses a stranger.mp3

France Gall - Poupee de cire, poupee de son.mp3

C. DE LA VEGA

C. DE LA VEGA

Por El Sastre

Lo prometido es deuda. A pesar de su aparatosa entrada en este blog, aquí tenéis la presentación de C.de la Vega. Es un tío con mucho éxito social. Colega de todo el mundo y entusiasta del buen rollito, C. trae buenas vibraciones a cualquiera que se le acerque. En el terreno profesional ha conseguido hacerse hueco en el competitivo mundo del Hasch. No sólo pasa chocolate sino que se ha convertido en un auténtico experto en la cultura del cáñamo. Participa activamente en foros como "Cannabis y libertad" o "Le-hachización". Además liga. Le gustan las mujeres rubias y delgadas aunque también las morenas y gordas o cualquiera de las combinaciones posibles. Su palabra preferida: mola. Su película: Matrix.

La imagen procede de la galería de Vecteezy y es obra de Thomas Christoph Mediendesign

Su himno...

El Fary - La Mandanga.mp3

CUCA GUILLÉN

CUCA GUILLÉN

Por El Sastre

Nieta de un marqués secretario de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza, hija de médico y esposa de abogado de postín, creció como cualquier niña bien de la alta burguesía. Se educó en el Colegio femenino Sansueña, hizo su primera comunión en la parroquia de Santa Engracia y se matriculó en Derecho para ver si conocía a alguna promesa en la abogacía con una buena familia a sus espaldas para que la desposara. No acabó la carrera, pero consiguió su objetivo y se convirtió en lo que sus padres siempre habían soñado para ella: esposa y madre de dos niños, católica, apostólica y romana. Su marido Carlos es de los que viajan mucho y la tiene un tanto desatendida. Pero a Cuca no le importa mucho, mientras no falte crédito en la Visa. Pasados los 40, luce un pelo rubio teñido de los que deslumbran, vestido de Chanel, inmensas gafas de sol de Gucci, bolso de Louis Vuitton, zapatos de Prada… Sin ser guapa, un par de correcciones quirúrgicas le han conservado un tipo más que aceptable, que el Papa todavía no ha dicho nada del bisturí y la silicona. Cada cuatro años, a votar al PP, que no se diga. Pero bajo el caparazón de lujo pasado de frenada y conservadurismo un tanto hipertrofiado, hay una mujer curiosa, moderna y revolucionaria, que busca algo sin saber exactamente qué es. Está dispuesta a aventurarse. Eso sí, sin que se entere nadie, que ella es Cuca Gillén y no quiere dar pie a habladurías. Faltaba más.

EL HADA MADRINA

EL HADA MADRINA

Por El Sastre

Quizá fue una lágrima congelada. Quizá fue la bruma escondida en el rojo de las hayas. Quizá fue violín. O arpa. O un rayo de luz descuidado,perdido, hechizado. No sé. Fuera lo que fuera, apareció por la ventana. Con sus ojos violetas y sus labios de escarcha, diminuta, frágil, vestida con sus pequeños harapos de hada y envuelta por un halo melancólico y azul que se confundía con el sol de la mañana. Se posó en mi hombro. Se acercó a mi oído. Si dijo algo, ya no tiene importancia. Es el hada de las cosas bonitas. Desde su espejo invisible, retrata la vida con susurros y palabras. Tal y como llegó se fue. Escapó nerviosa por la ventana. Cuando se marchó, me sentí distinto, transformado, inundado de añoranza. ¿Qué me ha hecho? ¿Volverá a mi lado? La respuesta no tardará. Quizá.

EL SASTRE

EL SASTRE

Por El Sastre

Los tres carretes sin hilo me lo dejaron claro. Soy el que hilvana. No tengo nombre, no tengo edad, no tengo rostro. Pero soy el que manda. Yo doy paso o lo cierro. Admito o rechazo. Digo sí o no. No doy puntada sin hilo. Me ha tocado organizar esto, deprisa y corriendo. Tijera, tela de color, alfileres… La verdad es que no he tenido mucho tiempo para seleccionar al personal fijo de “La Caja de los Hilos”. El hada madrina, Cuca, Rafita, Coleguita… Evidentemente, ninguno de estos tiene un currículo abultado, pero no he encontrado nada mejor en el mercado. Es lo que hay. Os los iré presentando en los próximos días. Además, me dedico a dar juego a los colaboradores, que me envían sus escritos con la mejor voluntad. Bueno, vamos a comenzar, que se hace tarde. Empecemos a enhebrar.

LOS TRES CARRETES SIN HILO

LOS TRES CARRETES SIN HILO

 

 

Por Los tres carretes sin hilo

Somos tres carretes sin hilo. No tenemos ni presente, ni futuro. Sólo nos une el origen. Un pequeño gran bar zaragozano, donde entre cervezas y humos descubrimos que la ciudad deshilachada aburre. Que hay que coserla. Ahí nació todo. Quizá fue por una canción. O por una borrachera. O por la mirada expectante de Helena. El caso es que allí se encuentra el principio de nuestros desvaríos. El tiempo y la mala fe de algunos frustraron ese punto de encuentro. Pero no se perdió su espíritu y allá donde fuimos nos acompañó “La caja de los hilos”, otra forma de ver la metrópoli, quizá excéntrica y delirante, pero al menos nuestra. Ahora que empezamos a caminar en este cuaderno de bitácora, tendremos que apuntar el rumbo y, con vuestra colaboración, dar que hablar. Necesitamos un hilo, un dedal, una aguja, un trapo viejo y un poco de habilidad. ¿Quién nos hilvanará? Habrá que decidirlo.