CIERRA LOS OJOS
Por El Sastre
Tomás Lobo nos aconseja la serie "Les Immobiles", de Jean-Paul Four, que reivindica el cuerpo desnudo como vía de acceso a la verdadera intimidad.
“Las luces lujosas, los cuerpos de escándalo, las miradas acrobáticas... La sucesión de fotógrafos que repiten una y otra vez el mismo esquema de erotismo de plexiglás es infinita, por lo que al final es difícil diferenciar a uno de otro. Uno de estos artistas es Jean-Paul Four. Se trata de un verdadero especialista en parafernalia fetichista y sadomasoquista, hasta ahora casi su única herramienta estética. Si no fuera por su último (y drástico) cambio de registro, no me hubiera fijado en él jamás. Navegando por Las insólitas aventuras del pez, me encontré con uno de sus trabajos más recientes, que recibe el título de “Les Immobiles” . Se trata de una serie de fotografías en las que hombres y mujeres de lo más corriente posan desnudos con los ojos cerrados. No importa la belleza, la edad, el peso o el sexo. Como recurso expresivo, no es el colmo de la originalidad, pero Four logra engatusarme con un juego divertido: ¿En qué estarán pensando estos seres anónimos al descubrirse ante la cámara? ¿Pensarán en el sexo? ¿En el amor? ¿En el dinero? ¿En el trabajo? ¿Pensarán en lo que pensará quien les acabe observando? El cuerpo se puede tocar, observar, recordar e incluso fotografiar. Puede ser objeto de análisis y estudio. Pero sacar a la luz los secretos del alma es una tarea que, al rebasar los límites de lo físico, da pie al engaño y a la confusión. Con esta obviedad juegan los inmóviles, con sus párpados como único disfraz. Sin restarle erotismo, esta obra transmite una quietud provocadora. Nada que ver con las damas lujuriosas de cuero, correaje y fusta con las que se suele entretener Jean-Paul Four. Salvando las distancias, esta sucesión relajada de caras, que parecen esconder una placentera introspección, tiene algo de las excitantes Chewing Girls de Clémence Veilhan. Al menos, existe cierto lenguaje compartido. Tanto Four como Veilhan ofrecen al espectador una reivindicación del cuerpo desnudo como vehículo para iniciar un estimulante recorrido hasta el fondo mismo de la intimidad y el deseo. El viaje promete ser apasionante. Solo es necesario abrir los ojos".
Hoy nos vamos a desnudar...
4 comentarios
La caja de los hilos -
Sonia:Puede que sea cierto eso de que llevamos muchos días desnudos. La gente que nos conoce a veces bosteza con nuestra desnudez de puro aburrimiento.Respecto a lo de la inteligencia, no sé. Me da la impresión de que hacemos tanto el tonto que nos ponemos el alma con gorro y bufanda en más ocasiones de las que parece. La mayoría, vamos. Espero que no te asustes cuando nos veas vestidos.
Ana M.: te diría lo mismo que a Azzu. Anímate. Al hada de la que hablas, pues igual.
Respecto a Yann Tiersen, compartimos admiración. La relación de la música y las fotos está cogida por los pelos, perdón, por los hilos. Los autores a los que nos referimos son franceses y, pese a que Rue des Cascades está cantada en inglés, la música de Tiersen nos parece exuberantemente francesa, igual que el compositor. Y cuando pensamos en Francia siempre nos viene a la cabeza una mujer desnuda. Llámanos locos, pero es así. Si nos ponemos a elegir, nos quedamos con Tiersen antes de con el "You Can Leave Your Hat On" de Joe Cocker o con el "J'Taime Moi Non Plus" de la Birkin.
Pero vamos, nos desnudamos con cualquier excusa. Como bien has dicho, desnudos todo es más sencillo. Solo hay que pedirlo.
Muchas gracias a todas por vuestros comentarios.
Mil besos en mil cajas
Ana M. -
en cuanto a vosotros, carretes sin hilo... pues que yann tiersen me apasiona, y que el artículo y las fotos me han parecido fantásticos, pero... ¡no logro adivinar la relación con la música!
Seguro que tenéis una respuesta para mí.
mmuak!
Sonia -
Un abrazo.
Azzunena -