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La caja de los hilos

EL HADA MUERTA

Por El hada madrina

Mi nombre es Cristina Lanzón Sánchez, tengo 23 años y soy la persona que está detrás del hada madrina. Siempre me gustó escribir y hace ya más de tres años conocí al Sastre en el bar de la Facultad de Filosofía y Letras. Charlamos un rato, hablamos de libros y al final acabamos en su casa. Fue el primer día de una relación que duró más de un año.

Unos días después de aquel primer encuentro, me comentó que le acababan de encargar la coordinación de un blog que se llamaba La caja de los hilos. Me dijo que tenía varios colaboradores, pero que buscaba a alguien que le diera un tono suave a los textos, un tanto ingenuo, y me animó a escribir. Le propuse crear un personaje llamado El hada madrina. El Sastre, al principio, era reacio, ya que no estaba previsto que en el blog hubiera historias de ficción, sino colaboradores de carne y hueso que contaran sus propias experiencias. Pero no tardé mucho en convencerle y al final le gustó la idea. El hada madrina sería el único personaje irreal del La caja de los hilos.

Y empecé a escribir. Lo hacía esporádicamente, pero El Sastre siempre mostró mucho entusiasmo por lo que yo le entregaba. Me enamoré de él. Hace ya dos años y medio, poco después de publicar el post titulado “El perro”, descubrí que se acostaba de vez en cuando con Alicia Lázuli. Me quedé hecha polvo y le mandé a la mierda. Desde entonces, no volví a verlo. Ni siquiera abrí de nuevo La caja de los hilos.

Hasta hace dos semanas. Me lo encontré en una fiesta. Iba con Alicia, aunque me dijo que ya no estaban juntos, que solo eran amigos, que se acordaba de mí… Aquella noche acabamos otra vez en la cama. Revisamos los viejos textos, recordamos nuestros mejores momentos. Y me animó a volver a escribir algo del hada madrina. Al principio le dije que sí, pero después…

Ayer me puse frente al ordenador con la idea de matar al hada madrina. En cierto modo la odio. Pensé en que quizá "un torbellino de colores con boca de reptil la engullera y la adormeciera entre la niebla". Pero al final no me salían las palabras. Me di cuenta que no hacía falta que matar al hada madrina. Ya estaba muerta. Se murió el día en que el Sastre me abandonó por Alicia. Supongo que el Sastre, cuando lea esto, se partirá de risa. “Eres una romántica atolondrada”, me repetía siempre que me ponía tierna. Pero lo digo porque me da la gana y porque puede que sea verdad lo de “romántica atolondrada”, por lo que no merece la pena resistirse.

Después de estar con El Sastre, tardé un año en volver a enamorarme de alguien. Fue en Toulouse, donde estuve seis meses de Erasmus. Se llamaba Rose, una chica canadiense que estaba haciendo la tesis sobre arte prerromano. Un día tomando un té en su casa pasó y ya no me pude separar de ella.

En un par de días de días cojo un avión para Chicago, donde vive Rose, que dejó de dar clases en la universidad para atender un negocio familiar. Me ha ofrecido trabajo y me voy. Atrás dejo al Sastre y al hada madrina. Con este último texto, solo quería despedirme de vosotros. Me recojo en otra caja. Pero quizá vuelva algún día, quién sabe. Todo es posible en el mundo de las hadas.

Rosie Hardy es una jovencísima fotógrafa británica que impregna su obra, de la que suele ser protagonista, de un cuidado romanticismo. Y esconde una hermosa historia de amor.

Lisa Germano - From A Shell.mp3

Lisa Germano - Snow.mp3

3 comentarios

Eva -

Cielos, que fotaza

Nascu -

Aaaaaaaaaaayyy!!! qué suspiros, echaré esos preciosos post que escribías, vuelve pronto!!!

nena -

‎"Cuando expresó una esperanza incierta de que Campanilla se alegrara de verla, él dijo:

-¿Quién es Campanilla?

-Oh, Peter -dijo ella, horrorizada, pero ni siquiera se acordaba después de que se lo hubiera explicado.
...
-Es que hay tantas -dijo-. Supongo que habrá muerto. Supongo que tenía razón, pues las hadas no viven mucho tiempo, pero son tan chiquititas que un breve espacio de tiempo les parece muy largo. "