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La caja de los hilos

LA SÁBANA DE LAS RESPUESTAS. EL CARACOL (VI)

LA SÁBANA DE LAS RESPUESTAS. EL CARACOL (VI)

Por Safo

(La cafetería casi vacía, Enrico y yo y una pareja de adolescentes al otro lado. Se miraban y no hablaban. Mesas de mármol bajo una claraboya que filtraba luz suficiente incluso para la lectura. Un café expreso y una limonada con mucho hielo. Sonaban los acordes de un impromptu de Fauré).

“…¡Ya lo tengo!”, gritó Enrico con los ojos aún cerrados. Ahora los apretaba con fuerza, como si temiese que la imagen se le pudiera escapar. No deja de ser curioso ver a Enrico empleando toda su energía en visualizar un objeto. En poco tiempo, sin duda, le resultará tan sencillo que podrá jugar con las imágenes incluso con los ojos abiertos. “Es un caracol, Safo, una espiral perfecta”, decía entusiasmado. “Está bien, Enrico. Ahora sigue los pasos que te indique. Sobre el contorno de la imagen quiero que coloques puntos rojos y que…”. “¿Cuántos?”, me interrumpió Enrico. “Unos veinte o así. Una vez fijados, borra la figura inicial pero sin perder los puntos, ¿podrás?”. Enrico apretaba las sienes con las palmas de las manos y fruncía el ceño. Durante unos instantes contuvo la respiración. Fueron segundos en los que también la música cayó en una extraña síncopa, en un capricho del tiempo. Entonces Enrico comenzó a respirar de nuevo y, pausadamente, con la emoción contenida dijo: “Ya está”. “Estupendo, Enrico. Por último, quiero que unas los puntos mediante rectas, es un ejercicio más sencillo. Cuando lo tengas abre los ojos”. Y Enrico no tardó en mirarme. Le expliqué: “La primera imagen, la del caracol, es una idea. La segunda, ésa que acabas de ver y en la que no hay detalle sino un conjunto de líneas quebradas corresponde a un modelo de la idea. Una proyección de ésta a través de la Palabra. Como podrás observar, aunque en lugar de veinte fueran cien o mil los puntos que dibujases en el contorno jamás reproducirían fielmente la idea, por la misma razón que una línea curva sólo puede simularse con una infinidad de rectas. Es la magia de lo Curvo y también la limitación de la Palabra”. Enrico me miraba ahora confundido. Dudó unos instantes, pero finalmente me preguntó: "Entonces..., si la idea es tan redonda y tan perfecta, ¿para qué queremos el modelo? ¿Qué sentido tiene?” . Esperé unos segundos hasta que se desvaneciera el eco de la última nota del impromptu que nos acompañaba. Entonces, respondí: “Es el modelo el que hace posible la comunicación”.

Gilbert Garcin es un tipo curioso. Vendedor de lámparas en Marsella durante toda su vida, cuando llegó la jubilación se dedicó a la fotografía. Su obra es singular en todos los sentidos. Recuerda al surrealismo de Magritte, al absurdo de Ionesco, a los trucos de Méliès, al sentido del humor de Tati… Garcin es un ilusionista de la imagen, un poeta del blanco y negro y un genio excepcional que seguro que volverá pronto a pasear por La Caja de los Hilos. La instantánea que ilustra este artículo se titula "L'inconscience".

Dejémonos llevar por la magia de Fauré...

Gabriel Fauré (interpretado por Alexander Lonquich) - Impromptu para piano Nº 3 en La bemol menor, Op. 34.mp3

2 comentarios

Safo -

Gracias a ti, Magdalena, por tus comentarios.

Magdalena -

Goethe, en "La serpiente verde", describe una escena en la que el rey pregunta a la serpiente: ¿qué es más precioso que el oro? -La luz, dice la serpiente. Después vuelve a preguntar:¿qué es más importante que la luz? y la serpinte responde: más importante que la luz es la conversación. La luz es la idea, la conversación la posibilidad de escuchar y comunicar, la posibilidad de amar. Gracias Safo, es un placer leer tus palabras sabias y profundas.